lunes, 6 de julio de 2009

TESLA / THE HIGHWAY TO HELL BAND

24 de junio 2009. Sala Heineken

Aprovechando su participación en varios festivales veraniegos europeos, los californianos Tesla, están realizado algunas actuaciones contadas en salas de algunas capitales del viejo continente, incluidas Barcelona y Madrid. Esta última es la que nos ocupa y que a continuación pasaremos a detallar.
Se abrió la velada con la descarga de los catalanes THE HIGHWAY TO HELL BAND, de la que pude presenciar su último tramo dado lo temprano del horario de la misma. Algunos os preguntaréis, como me sucedió a mi en un principio, si la banda en cuestión tendrá algo que ver con The Bon Scott Band, el grupo más reconocido del país a la hora de versionear a AC/DC. Y sí, sí tiene algo que ver, y de hecho casi podría considerarse como una secuela de éstos, ya que su líder es el guitarrista Tite, que tras una larga enfermedad que le obligó a dejar a TBSB, se montó este nuevo proyecto junto a otros músicos del área barcelonesa. Por los cuatro temas que tuve ocasión de disfrutar parece que van a centrar su repertorio, curiosamente, en la etapa de Bon Scott como vocalista del grupo del rayo, “Let There Be Rock”, “High Voltage”, “TNT” y por supuesto “Highway To Hell” fueron los que cerraron dejando el ambiente caldeado para lo que venía a continuación. Me gustó especialmente el tono de voz de Frank, que sin chillar resultó convincente, al igual que la labor del resto de la banda, y por supuesto con un Tite en protagonista que a estas alturas poco tiene que demostrar nuestro Angus Español, como dijo Frank.
Tras una espera no demasiado larga, volvían a los escenarios madrileños para goce de los que prácticamente abarrotábamos la sala de la calle Princesa, los magníficos TESLA. La verdad es que hace ya casi dos años dejaron el listón muy alto con su anterior presencia en la capital, en aquel caso en la sala Macumba, donde nos ofrecieron un concierto prácticamente inmejorable, y teníamos ganas de ver como nos dejarían el cuerpo en esta ocasión. Además ahora venía presentando un nuevo y flamante trabajo como es “Forever More”, con cuya portada a modo de telón adornaban el fondo del escenario, y con cuyo tema título arrancaron de forma potente y directa para empezar a engancharnos para ya no parar de cantar, bailar y vibrar en sus casi dos horas de show. Desde un inicio vimos una formación sólida, brillante, dándolo todo, y con una clase y una energía difícilmente encontrables, sobre todo en bandas que regresan de finales de los ochenta, como es el caso de los de Sacramento. Inevitablemente la figura del guitarrista Frank Hannon atrae mi atención desde el principio manejando el cotarro con su colección de guitarras tanto acústicas como eléctricas, sin olvidarse del teclado desde el que también lanza algunas pinceladas, a todo esto desplegando toneladas de simpatía y adrenalina. No se queda atrás en absoluto el resto de la formación, con un Jeff Keith que me sigue pareciendo uno de los cantantes con mayor carisma que haya visto en directo y que cada vez está mejor tanto vocal como físicamente, con Dave Rude totalmente asentado y tomando mayor protagonismo en la banda mostrando mucho feelin’ y técnica con su guitarra, y por supuesto con dos veteranos de lujo como son el sólido bajista Brian Wheat y el elegante y potente metrónomo Troy Luccketta a la batería. Tras la citada “Forever More”, continuó sin respiro la cascada de temas con la pegadiza “I Wanna Live” que fue muy bien acogida, pasando a continuación a recordarnos porque son tan grandes y porque nos siguen gustando tanto con dos obras de arte como son “Modern Day Cowboy” en la que Hannon mostró su tremenda destreza alternando acústica y eléctrica, como hizo a continuación en la enormemente emotiva “Song And Emotion” en la que tomó mayor protagonismo la aguardentosa voz de J.K. que se llenó de sentimiento junto a la de todo el respetable para dedicarle como siempre el tema al añorado Steve Clark, guitarrista de Def Leppard que desgraciadamente nos dejó hace ya unos años. Entramos en una fase más ralentizada con la novedosa “Breaking Free” y con una ejecución algo lenta de la clásica “Hang Tough” que prácticamente enlazaron con la enorme “Heaven’s Trail (No Way Out)” y con una no menos impresionante “Gettin Better”, ambas coreadas y acogidas con fervor y entrega por parte del público. Un público que continuaba divirtiéndose con temas como la nueva y vacilona “So What” que funcionó a la perfección en directo, seguida de “What A Shame”, recordando a su “Into The Now” con el que regresaban en 2004, y yéndose diez años antes con la magnífica “Shine Away” del más irregular “Bust A Nut”. Tras este pequeño guiño a temas menos habituales y conocidos, nuevo momento emotivo y lleno de intensidad con “Love Song” que volvió a mostrar su inmensidad y por qué es una de las mejores baladas de la historia, seguida maravillosamente por “What You Give” y por la celebre versión de “Signs” con la que concluyeron las partes acústicas. Desde aquí y hasta el final, se dedicaron a reventarnos a base de riffs y ritmos que nos tuvieron en tensión hasta el final mientras iban cayendo “Into The Now” y la grandiosa “Comin’ Atcha Live” con Dave y Frank saliéndose en sus solos, para despedirnos a modo de bis con la cañera “Rock Me To The Top” que acabó de machacarnos. Aunque alguno se quedó con ganas de más pidiendo al grito de “Edison” el himno “Edison’s Medicine” que se quedó fuera como alguna otra (“Paradise”, “Little Suzie”, “2 Late 4 Love”, “Makin’ Magic”, Freedom Slaves”, “Rock Bottom”, “One Day At A Time”) que por supuesto me hubiera encantado escuchar, pero que quedarán para otra ocasión. Este el único pero, por poner alguno, que se le puede poner a la actuación de unos Tesla que están mejor que nunca como continúan demostrando concierto tras concierto, yo, si vuelven no pienso perdérmelos, ¿y tú?.
Mariano Palomo

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