jueves, 7 de enero de 2010

FIREFEST 2009

24 y 25 de octubre 2009. Trent University Student Union / Rock City. Nottingham (Inglaterra)

Antes de nada, os pedimos disculpas por el retraso a la hora de publicar esta crónica, pero entre unas cosas y otras hasta hoy no nos ha sido posible subirla a Alianza. Como bien dicen los amigos Beethoven R., “Más vale tarde que nunca”, y esperamos que la encontréis interesante.
Un año más acudíamos a la cita más señalada del calendario hard melódico europeo en forma de festival para asistir a la sexta edición del FIREFEST. Un evento que tras tomar el relevo de los míticos Gods of A.O.R. se ha convertido por derecho propio en un referente absoluto para los fans del viejo continente, sobre todo británicos y españoles (haciéndonos notar una vez más superando la centena de desplazados), y de algún que otro valiente llegado hasta Nottingham desde América, Asia e incluso Oceanía.
Tras la experiencia del pasado año en el que se concentró todo el festival en un solo día, se volvió a la fórmula de 2007 con dos días de actuaciones en dos locales distintos, el viernes 24 en el Trent University Students Union con capacidad para unas ochocientas personas, y el sábado 25 en la sala Rock City con más de doble de aforo, llenándose ambos días hasta los topes, algo bastante lógico dado el gran atractivo que presentaba el cartel.
Una vez más hay que destacar la magnífica organización por parte de los responsables del evento, dando todo tipo de facilidades tanto a fans como a prensa, con total libertad para entrar y salir de los locales, sin una vigilancia estricta y haciéndonos sentir una comodidad que muchas veces echamos en falta en nuestro país en el que prácticamente se nos trata como delincuentes. Desde aquí nuestro agradecimiento a todos los que hicieron posible que todo fuera de forma tan óptima, sin un solo problema ni altercado, todavía con alguna cosilla por mejorar lógicamente, pero siendo detalles menores perfectamente obviables viendo el resultado final. Especialmente queremos mandar un abrazo a Kieran Dargan y sobre todo a nuestro amigo Bruce Mee que, como siempre, se portaron fantásticamente con nosotros. Y por supuesto otro puñado igual de fuerte de abrazos y besos para toda la gente con la que compartimos el viaje y los conciertos, Eva, Rubén, Tomás, Agustín, Antonio, Lourdes, Isabel y Jesús, además de otros muchos con los que coincidimos durante el fin de semana. Esperamos volver a vernos todos juntos el año que viene en la tierra de Robin Hood.

Sábado 24 de Octubre - Trent University Students Union

Mientras nos íbamos acomodando y tomando contacto con el gimnasio de la Trent University Students Union de Nottingham (igualito que aquí la cultura musical universitaria), salieron a escena LOST WEEKEND unos clásicos y veteranos de los festivales de rock melódico británicos, y a los que ya habíamos podido ver en el extinto Gods hace unos cuantos años en Wigan. Una banda que siempre ha publicado unos discos más que decentes, sin ser la octava maravilla del mundo, pero sí representando muy dignamente la exigua escena melódica de las Islas. Apenas disfrutaron de media hora para ofrecernos sus limpias melodías vocales a cargo de Paul Autley, bien acompañado como siempre por el entregado guitarrista David Thompson. Centraron su repertorio en temas de su último trabajo hasta la fecha, “Fear And Innocence”, sin demasiadas variaciones en su sonido puramente británico en la escuela de los Tygers Of Pantang más melódicos, de Praying Mantis, o de los mismos FM. Como curiosidad interpretaron una correcta versión del “Spirit Of Man” de su buen amigo Bob Catley, un fijo prácticamente en estos saraos, y al que nos extrañó no ver por allí. Buen aperitivo para los platos fuertes que venían a continuación.Y de lo que pudimos disfrutar a continuación era de una de las actuaciones que más curiosidad e interés despertaba en buena parte de los que nos dimos cita en las East Midlands aquel fin de semana. Se trataba de los chicos de ECLIPSE, una de las mayores apariciones de los últimos tiempos dentro de la escena hard melódica escandinava, sobre todo a raíz de la publicación el pasado año de su magnífica tercera entrega “Are You Ready To Rock”. Un disco del que dieron buena cuenta copando un noventa por ciento de su repertorio tocándolo casi íntegramente para disfrute de sus numerosos fans, a pesar del saturadísimo sonido que tuvimos que sufrir, algo que por desgracia fue tónica habitual durante toda esta primera jornada del Firefest y es que tiene difícil explicación que la mesa de sonido se sitúe en un lateral del escenario sin ningún tipo de referencia de salida a la audiencia. En cualquier caso el quinteto se entregó absolutamente a la tarea, con mención especial a la figura de su vocalista Eric Martensson que impresionó con su tremenda capacidad y poderío vocal. No se quedaron atrás el resto de sus compañeros, con un gran Magnus Henriksson a la guitarra que hacía ímprobos esfuerzos para llegar al personal, sobre la excesivamente alta base formada por el contundente batería Roban Bäck y por el peculiar bajista que acompañaba a la banda como invitado, mientras el teclista Johan Berlin apenas tuvo notoriedad desde su instrumento. Abrieron fuego con los dos primeros temas de su último trabajo, “Breaking My Heart” y “Hometown Calling” que pusieron a corear desde el inicio al público, que ya no paró de entregarse hasta el final con “Million Miles Away” que fue de las que más gustó sonando bastante limpia (a buenas horas), no sin antes disfrutar de pelotazos como “Unbreakable”, “Wylde One”, o “Young Guns” en la que los coros y los riffs hacían que nos moviéramos sin pausa, o del recuerdo para su segundo trabajo “Second To None” con la también destacable “Always Standing”. Gran concierto, lleno de garra y clase, en el que la actitud y calidad de los músicos estuvo muy por encima de su sonido, a ver si podemos verlos con un sonido decente y así poder disfrutar plenamente de esta formación que representa, entre otras, el futuro inmediato del hard rock melódico europeo.
Texto y Fotos: Mariano Palomo

Qué curioso, conoces un grupo desde hace un montón de años. Piensas que jamás les podrás ver en directo, y de pronto en menos de una semana tocan en Madrid y ahora en la jornada inaugural del Firefest, casi del tirón. Las referencias del show de BAD HABIT en Madrid eran contradictorias. Después del tremendo concierto de Eclipse, tenían el listón muy alto. Y tristemente lo que sonó alto y fuera de lugar fue nuevamente el sonido. Ya resulta extraño que un grupo tan melódico como Bad Habit no lleven teclados en directo; el programing y los ordenadores no solucionan su puesta en escena. Además quisieron sonar muy alto, y la estrategia fue un error. El cantante Bay Fehling fue lo mejor del grupo, luchando contra los elementos. Pero no sonaban bien, nada que ver con los Bad Habit que conocemos, sinceramente muy por debajo de sus trabajos en estudio. Tocaron canciones clásicas como “To Love You”, “I Swear”, “Walk Of Life”, “Another Night” o la preciosa “Rowena”, una canción hermosa y melódica que Bad Habit interpretó saturadísima, destrozándola en directo. Bad Habit tendrán que plantearse sus conciertos. Necesitan un teclista como el comer, y mejorar sus prestaciones en directo.
Texto: Jesús “Nono” García
Fotos: Mariano Palomo

Si hablaba anteriormente de Eclipse como una de las formaciones a tener en cuenta dentro del futuro inmediato del hard melódico continental, lo de H.E.A.T puede considerarse ya como una realidad absoluta, a pesar de tener menor trayectoria temporal y discográfica que sus paisanos. Se notaba en el ambiente, la gente tenía unas ganas inmensas de ver a la banda, como dato significativo comentar que todos los modelos las camisetas del merchandising de la banda se agotaron en un abrir y cerrar de ojos. Y estos jovencísimos hard rockeros no defraudaron lo más mínimo, desde que aparecieron en escena tras la intro enlatada “The Heat Is On” de “Superdetective En Hollywood”, se vio que aquello podía ser muy grande, como a la postre así fue. Actitud, imagen, sonido, composiciones, todo absolutamente ochentero, puro hard rock melódico, divertido, bien ejecutado lleno de clase, eso es lo que pudimos disfrutar en una hora de actuación que se nos hizo muy corta, y que se convirtió en una de las más destacadas del festival, si no la que más, para muchos de los presentes. Con sólo un disco publicado estos chicos han sabido reflejar el espíritu de las bandas con las que crecieron en su país y que tanto nos hicieron disfrutar a finales de los ochenta y principios de los noventa, y han sido capaces de que su amplio público se metiera totalmente en su concierto coreando sin descanso desde inicial “There For You”, bien secundada por la vacilona “Late Night Lady”, o por las absolutamente contagiosas “Straight For The Heart” y mi favorita “Reach The Stars”, donde lucieron sobremanera las guitarras de Eric Rivers y sobre todo de Dave Dalone que se marcó una tremenda actuación junto a su compañero de poses en el bajo Jimmy Jay que no paró de dar caña. Mención aparte para el vocalista Kenny Leckermo que rozó la perfección con su potente y melódica voz, mejor incluso que en su visita a Madrid cuando telonearon a Edguy a primeros de año, y muchísimo mejor que este verano en el Sweden Rock donde anduvo bastante flojo. No estuvieron nada mal tampoco el batería Crash, y algo más discreto el teclista Jona Tee que tras el frenético inicio que se marcaron, lució más junto a Kenny relajando un poco el ambiente con la preciosa e intensa balada “Cry” que acabaron endureciendo en su parte final. Vuelta a la caña con “Feel It Again” y “Never Let Go” que volvieron a hacernos mover, al igual que con la eurovisiva “1.000 Miles” que deberían recuperar para su próximo disco, del que nos ofrecieron un adelanto con “Stay”, con un sonido total al “Slippery” de Bon Jovi que también convenció, al igual que la pegadiza “Keep On Dreaming”. Grandísimo show de este grupo que sin ninguna duda es una de las mayores realidades del hard rock melódico actual con raíces ochenteras. Si tienes ocasión de verlos en directo, no se te ocurra perdértelos.
Texto y Fotos: Mariano Palomo

La noche en el Trent University de Nothinghan había tenido momentos mágicos, pero nos faltaba un último esfuerzo para ver el show de otro grupo legendario de rock melódico escandinavo: TREAT. Les tenía muchas ganas a los suecos. Discos como “Organized Crime”, “Dreamhunter” o “The Pleasure Principle” son históricos, gloriosos ejemplos del mejor rock melódico hecho en Europa de siempre. Y aunque cansados por el agotador día que llevábamos, mereció mucho la pena. El show de Treat en el Firefest fue como un jukebox con sus grandes éxitos bien interpretados. Están un poco mayores, incluso alguno un poco gordo, pero sonaron de muerte. Con fantásticos coros y finas guitarras nos hicieron vivir recuerdos y momentos musicales inolvidables. Robert Ernlund no es un frontman espectacular, pero cumple de sobra en un escenario y su voz es muy personal; Anders tocó con mucha clase las guitarras y Jamie Borger estuvo soberbio a la batería, bien secundados por el resto de la banda. El concierto fue como tocar su último trabajo en estudio, el recopilatorio “Weapons of Choice”, temazos de su carrera que todo el público conocía y participaba de ellos. Todo un acierto porque la gente se motivó con el show y no se cansó, después de tantas horas de festival. Claro que con himnos como “Get You on the Run”, “Rev It Up”, “Take me on Your Wings” o “Sole Survivor” todo es más sencillo. El sonido fue mejorando a lo largo del concierto y los coros y teclados fueron sobresalientes. Tocaron también algún tema nuevo, que aparecerá en su nuevo disco en estudio. Recta final con un tema divertido y pegadizo como es “Party All Over”, la melódica “Gimme one More Night” y cerraron con todo un clásico: “Conspiracy”. Gran concierto de Treat, que pusieron un broche de oro a la jornada del viernes del Firefest y demostraron el talento y su impronta de gran banda.
Texto: Jesús “Nono” García
Fotos: Mariano Palomo

Sábado 25 de Octubre – Rock City

Lo primero qué destacar fue el cambio de sonido y de escenario en la mañana del sábado, con los clásicos AIRRACE para abrir el cartel del Firefest en el día grande del festival. Sonaron de maravilla, y el Rock City ya estaba petado a primeras horas de la mañana. Airrace fue una formación británica de mediados de los ochenta que publicó un solo trabajo en estudio, el añorado “Shaft of Light”, todo un clásico del rock melódico británico. La banda sirvió de trampolín a sus miembros: el vocalista Keith Murrell cantó para Mama´s Boys y el proyecto Phenomena, y Jason Bonham se dió a conocer para crear después Bonham y formar parte de grupos de la talla de UFO o Foreigner, por ejemplo. ¿Cómo estarían y cómo lo harían?. Airrace abría cartel y eran una gran incógnita, que se resolvió de manera espectacular. Su concierto fue maravilloso, de lo mejor del Firefest. Con la formación orginal casi al completo, salvo Jason Bonham a la batería, tocaron casi íntegramente su único disco, y ¡de qué manera!. Clásicos como “Promise To Call”, “First One Over The Line” y las maravillosas “Open Your Eyes” o “Not Really Me” nos dejaron a todos perplejos y gratamente sorprendidos. Dicen que se grabó el show en dvd, ojalá sea cierto. Gran retorno de Airrace al escaparate musical, que esperemos tenga continuidad, después de tantos años en silencio. Mención especial para Keith Murrell, que estuvo soberbio como cantante. El Firefest comenzaba el sábado a un nivel muy alto.
Texto: Jesús “Nono” García
Fotos: Mariano Palomo
Tras el grandísimo sabor de boca que nos dejaron los veteranos Airrace llegaba el momento de asistir al show de otra de las bandas escandinavas de hard rock que más están llamando la atención últimamente, THE POODLES. Una banda que tras su primera aparición en Madrid hace un par de años junto a los alemanes Jaded Heart, me dejaron un poco a medias, me parecieron demasiado artificiales, demasiado sampleados, lo que les restaba algo de la frescura y energía que desprenden sus directos temas. En esta ocasión les encontré más directos, más crudos, memos pomposos, y me convencieron bastante más, aunque la salida de la banda del guitarrista Pontus Norgen creo que no ha sido cubierta al mismo nivel por el nuevo hacha Henrik Bergqvist bastante más tímido y opaco que su predecesor, correcto sin más. Todo lo contrario que el bajista Pontus Egberg que no paró de menearse y ejecutar con solidez su tarea, mientras el batería Christian Lundqvist cumplía correctamente, y el vocalista Jakob Samuel mostraba buenas maneras y registros, además de lucir modelitos a cual más cantoso. Comenzó con una chistera y un frac de aspecto siniestro y romántico, para escenificar “Too Much Of Everything”, un tema demasiado lento y enrevesado en mi opinión para abrir su concierto, pero que no les quedó mal, mejorando a continuación con “Caroline”, ambas de su último disco “Clash Of The Elements”, del que también cayeron otras como la pegadizas y coreadas “Like No Tomorrow” y “I Rule The Night” que sonaron muy bien, ya con Jakob cambiado de vestuario con un conjunto rojo muy glamuroso, tras una excesiva y sosa pausa instrumental en la que tomaron el protagonismo Pontus y Henrik. Se completó el set con un par de temas de cada uno de sus dos primeros discos, correctas “Seven Seas” y la potente “Thunderball” y especial mención para “Metal Will Stand Tall” que sonó tremenda, al igual que “Night Of Passion” que cerró la estancia de los suecos sobre las tablas. Buen concierto, mejorable en algunos aspectos (interrupciones, sonido de guitarra), pero en general una buena muestra del potencial del grupo.

Después del empuje y la energía hard rockera de The Poodles, nos tocaba volver al pasado para asistir a la actuación de uno de los nombres de culto dentro del A.O.R., DRIVE SHE SAID. Una de esas formaciones que muy raramente espera ver uno actuando por Europa, menos aun tras su larga temporada de inactividad en lo que a los directos se refiere. Ya tuvimos la oportunidad de disfrutar del buen hacer del 50% del núcleo de la banda cuando el teclista y cantante Mark Mangold actuó con The Sign en el 99 dentro de uno de los gloriosos carteles del Gods, pero esta ocasión era aun más especial ya podíamos ver en escena también al cantante y guitarrista Al Fritsch, su partener junto con el que creció la leyenda primero de Touch y posteriormente de DSS, casi irreconocible físicamente muy sobrado de peso. A pesar de su aspecto Fritsch derrochó energía y pasión, además de mostrar un tremendo vozarrón que no pudo ser suavizado adecuadamente por Mangold dado los continuos problemas técnicos con su micro y teclados, perdiendo buena parte de la esencia de la melodía de los temas, pero manteniendo bien su fuerza y esencia. Dadas las circunstancias el sonido resultó bastante más guitarrero de lo previsible, y desde el inicial recuerdo para Touch con la inmensa “Don’t You Know What Love Is” todo sonó crudo y poderoso, pero falto de matices y brillo. Se endulzó un poco con las deliciosas “Maybe It’s Love” y sobre todo con la tremenda “If This Is Love”, volviendo a la crudeza con una muy heavy versión de “Drvin’ Wheel”. “Hard Way Home” pasó casi desapercibida, para aumentar la temperatura con “Hard To Hold” en la que brillaron la guitarra de Fritsch y los coros del bajista que acompañaba al dúo junto al batería también contratado para la ocasión. El final fue cuando menos peculiar, con la interpretación de dos clásicos del A.O.R. como “I Found Someone” que hizo grande Cher y que sonó correcta, mejorando con la más marchosa “Fools Game” de la buena época inicial de Michael Bolton que resultó de lo mejor del show, junto a la final recordando de nuevo a Touch con “Look At What You Got” a pesar de la ausencia de los teclados que deslucieron bastante el concierto. Como experiencia, ejercicio de nostalgia y actitud no estuvo mal, pero técnicamente fue una pena por lo expresado anteriormente, quedándose la cosa un poco a medias. Esperemos tener la ocasión de poder verles próximamente en mejores condiciones.

Uno de los grandes alicientes que atraían mi atención dentro del cartel de esta sexta edición del Firefest, era la presencia de ROMEO’S DAUGHTER. Una banda de culto dentro del A.O.R. británico que con sólo dos discos publicados hace ya dos décadas siguen siendo un referente del estilo, algo que se notaba en la enorme expectación que despertaron entre la audiencia. Puedo decir con satisfacción que toda esa expectación fue más que justificada tras la deliciosa y elegantísima hora de que pudimos disfrutar, llena de clase, sensualidad y alegría. Una alegría que se contagiaba desde el escenario en el que la vocalista Leight Matty y sus compañeros de fatigas parecían disfrutar como enanos con continuos gestos de complicidad entre ellos y todo el que se encontrara cerca. Además de este optimismo hay que resaltar que todo sonó con una limpieza extrema, sin echar de menos nada, la guitarra de Craig Foiner sonaba con la garra necesaria, técnica y precisa, los teclados de Tony Mitman llegaban con claridad, la base rítmica formada por el bajista Ed Poole y por el batería Andy Wells daba la solidez necesaria, y todos arropaban fantásticamente con sus coros la preciosa voz de Leight. Algo que me sorprendió un poco fue la composición del set list, basado casi en su integridad por los temas del primer disco homónimo de la banda, con una única concisión al segundo “Delectable”, pero que desde luego no fue óbice para asistir a una maravillosa demostración de que, el que tuvo, retuvo, y que están en una impresionante forma. El inicio con “Wild Child” ya fue toda una invitación, con ese sonido Mutt Lange que predominó, suavizándose a continuación con las sensuales “Velvet Tongue” y “Stay With Me Tonight”, para volver a la onda más rockera con “Attracted To The Animal” que fue de las que más me gustó, junto a “Heaven In The Backseat”, Def Leppard total con sus pedazo de coros, y por supuesto con la final “Don’t Break My Heart” que fue un derroche de facultades de la morena vocalista británica. Antes nos habían dejado otros buenos momentos con la cálida “Colour You A Smile”, la sensible “I Cry Myself To Sleep At Night”, o la más popera “Inside Out”, sin olvidar el interludio emotivo con “Hymn (Look Throuh Gold Eyes)”. Sencillamente maravillosa vuelta al directo de esta banda que afortunadamente parece que van a seguir trabajando tanto en directo como en estudio.
Texto y Fotos: Mariano Palomo

Tras disfrutar de la maravillosa actuación de Romeo’s Daughter, les tocaba el turno a los americanos WHITE SISTER, cuyo show no pudimos presenciar ya que en ese momento aprovechamos para salir a comer y descansar un poco que aún nos quedaba un buen tramo de festival por disfrutar, y por desgracia siempre hay que sacrificar algún concierto porque si no es imposible resistir todo del tirón, a lo mejor hace unos cuantos años sí, pero ahora no. Por lo que nos comentan algunos amigos que sí los vieron, parece ser que estuvieron muy bien, sobre todo su cantante y bajista Dennis Churchil, sonando bastante rockeros y menos pomposos que en estudio centrándose sobre todo en los temas de su primer disco, con algún recuerdo para el segundo “Fashion By Passion”. Esperemos tener la ocasión de verles en el futuro.
Texto: Mariano Palomo
Fotos: Antonio Lázaro

Todavía recuerdo el tremendo impacto que supuso para mí y para muchos el primer trabajo de CROWN OF THORNS, allá por 1994. Canciones como “Dying for Love”, “Winterland” o “The Healer” son inolvidables. Desde entonces la figura de Jean Beauvoir ha crecido y la leyenda del grupo también. Todos teníamos muchas, muchísimas ganas de ver a Crown of Thorns en directo. Quizás fuera por las tremendas expectativas, o porque sonaron demasiado saturados, o porque no eligieron demasiado bien el repertorio. No sé, pero me quedé un poco a medias.Jean Beavovir cumplió sin más a la voz y su puesta en escena fue curiosa, igual que Michael Page tocó muy bien el bajo (quizás el mejor bajista del Firefest), pero Tommy Lafferty estuvo deficiente a las guitarras y los temas no sonaron bien, saturados y sin melodía. Lamentable. Abrieron con “Faith”, un corte idóneo y pegadizo, para continuar con “Are You Ready”, con protagonismo vocal para el bajista Michael Page, que cumplió muy bien en tareas vocales. Los dos temas siguientes, “Motorcycle Loretta” y “Hide It Up” sonaron un tanto distorsionados. Nada de teclados y un sonido demasiado hard y pesado, carentes de melodía. Mejoraron un poco en la recta final con la balada “Standing in the Corner For Ya” y el clásico “The Healer”, para terminar con la maravillosa “Dying For Love” que interpretaron mal, acelerada y muy saturada (incluso algunos no la reconocieron). Una pena. Nadie duda que Crown of Thorns son muy buenos, con Jean Beavovir a la cabeza, pero no tuvieron su noche y quisieron hacer un directo muy poderoso y rockero, pero el sonido se les fue de las manos.
Texto: Jesús “Nono” García
Fotos: Mariano Palomo

Una vez pasado el momento Crown Of Thorns, volvimos a tomarnos otro descanso coincidiendo con la actuación de los canadienses HONEYMOON SUITE, una banda a la que ya había tenido ocasión de ver hace unos años en la última edición del Gods en Bradford y que no me dijeron gran cosa entonces resultándome bastante sosos, a pesar de sonar bien y de tener un buen puñado de temas muy interesantes que, según nos dicen, supieron escoger muy bien para su set que plagaron de clásicos como “Feel It Again”, “Looking Out For #1”, “Bad Attitude”, “Burning In Love” o “Love Changes Everything”. Parece que disfrutaron de un muy buen sonido y que su vocalista Johnnie Dee estuvo bastante comunicativo y acertado, al igual que el guitarrista Derry Greehan. Nos alegramos de que mejoraran su imagen y que la gente lo disfrutara, pero nosotros teníamos que tomar el aire, y alguna pinta, antes de entregarnos al final de fiesta.

Después de dos jornadas intensas, llenas de buenos momentos y mejores sensaciones, llegaba el broche de oro del festival. Tras su grandiosa vuelta hace un par de años en el mismo escenario, los dioses del rock melódico británico, FM, volvían para regocijo de su numerosa y entregada audiencia. En mi opinión era prácticamente imposible de superar la actuación del 2007, y así me pareció tras la de este 2009, y no es que fuera mala, ni muchísimo menos, pero aquella fue extremadamente especial. Y eso que creo que FM han mejorado bastante con el cambio de guitarrista tras la entrada de Jim Kirkpatrick sustituyendo al ya ex de la banda Andy Barnett que nunca acabó de convencerme; con este nuevo instrumentista creo que el grupo recupera el estilo más elegante y limpio de Chris Overland tras la buenísima ejecutoria instrumental que se marcó Jim. De la clase y feelin’ del vocalista Steve Overland poco se puede decir que no se haya dicho a estas alturas, volvió a sobrecogernos y engancharnos con su magnetismo y elegancia, como siempre muy bien apoyado por el simpático bajista Merv Goldsworthy y por el cada vez más brillante Jem Davis a los teclados, mientras Pete Jupp sigue siendo una garantía de solidez desde los tambores. Y os preguntaréis por qué me pareció más flojo este concierto que el de hace dos años. Pues la verdad es que el comienzo fue bastante raro y en mi opinión poco afortunado con “Wildside” un tema nuevo que aparecerá en el próximo disco del grupo y que me resultó muy espeso y extenso, algo que quizá pesó demasiado en mi animo a lo largo del concierto, aunque la historia mejoró sensiblemente cuando nos regalaron dos joyas como “Face To Face” y “That Girl” que deberían ser de obligada inserción cualquier antología del A.O.R. que se precie. Un punto más rockero y movido con “Don’t Stop” en la que las teclas de Jem se dejaron notar, para dejar el protagonismo a las voces y los sonidos más acústicos en las entrañables “Only The Strong Survive” y “Blood & Gasoline”. El ecuador del show supuso la recuperación para el directo de “Dangerous” una de esas buenas caras b que el grupo tiene guardadas como oro en paño de sus primeras grabaciones, un detalle que agradecieron los fieles fans del grupo, al igual que la más bluesy “Hard Day In Hell” en la que contaron con la colaboración de un saxofonista que le dio mucho rollo al tema que suponía el segundo de los nuevos que presentaban en sociedad, convenciéndome mucho más que el primero. De aquí al final la cosa siguió mejorando con una maravillosa y rockera “Burning My Heart Down” que sigue siendo de mis favoritas, al igual que la tierna “Frozen Heart” con la que abrieron los bises, tras una buena interpretación del clásico del soul “I Heard It Through The Gravepine” fija en los sets del grupo. Final fantástico y coreadísimo con “Bad Luck” y con una bonita y divertida versión de “Purple Rain” de Prince en la que se salió Kirkpatrick y a la que se sumaron a los coros gente de la organización disfrazados estrafalariamente junto a miembros de White Sister y Romeo’s Daughter entre otros. Final divertido y fiestero en todo lo alto y que supuso para un fantástico cierre de festival para todos los presentes.
Texto: Mariano Palomo
Fotos: Antonio Lázaro

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